Cada vez nos despedimos mejor, da la pauta para el inicio de una crónica sobre un amor que no pudo ser, realizada por Diego Luna quien por primera vez se enfrentó a un monólogo, y lo hizo de la mano del dramaturgo y director Alejandro Ricaño.
Este miércoles, sobre el escenario de la Sala Chopin, Diego Luna se enfrentó al público solo, sin más elementos en el escenario que un par de sillas y la música en vivo de Darío Bernal, esto con el fin de recrear la historia de Mateo y Sara, pero también la del México contemporáneo, a través de aquellos sucesos que lo marcaron y fueron ocurriendo desde 1979 hasta el 2012.
Mateo, personaje que actúa Diego contó como el destino logro unirlo con Sara, desde el momento mismo de su nacimiento, pero también la forma en que constantemente los separaba, sin que hubiera una segunda oportunidad para resarcir los daños. Al final, por medio de los aplausos, el público puso de manifiesto que Luna había superado la prueba y los conquistó con su actuación.
Luna señaló que este texto de Alejandro Ricaño, que fue escrito en tan sólo tres meses, lo convenció de hacer por primera vez monólogo, porque le da una historia que tiene mucho que ver con la realidad de México.
Al estreno de Diego asistieron José María Yazpik, Ilse Salas, Daniel Giménez Cacho, Miguel Rodarte, Flavio Medina, Martín Altomaro, Sabina Berman, Ximena Ayala, Claudio Sodi, Enrique Singer, Mara Escalante, Denise Maerker, y por supuesto su padre Alejandro Luna.